"Desde el momento en que aceptáis la ley de la reencarnación, empezáis a comprender que cada acontecimiento vital, al que corresponde una causa más o menos remota, tiene su razón de ser. Esta comprensión, evidentemente, influirá en vuestros sentimientos : puesto que sabéis que las pruebas que tenéis que sufrir son el resultado de transgresiones pasadas, no acusáis a los demás de vuestras desgracias, y sois pacientes y generosos con ellos. Finalmente, de esta manera fortalecéis vuestra voluntad : evitáis cometer actos reprensibles por los cuales sabéis que tendríais que sufrir, y os esforzáis en construiros un porvenir luminoso."